Lira Textil

Despertando Memorias

DESPERTANDO MEMORIAS

“…los tejidos, los símbolos… están aquí no solo para ser observados o contemplados como piezas de museo, sino para ser vividos, para ser usados con sentido.”

Mi madre me inició en el tejido de crochet a los 11 años, pero recién a los 20 lo retome como una forma de solventar gastos, tejerme mi ropa y accesorios.

No fue hasta que nació nació mi primer hijo (2015) que el tejer se volvió necesario para mi cada vez más, en diferentes niveles de mi vida. No solo como forma de sustento, sino como lenguaje, como maestro de vida, como canal espiritual, como objeto de estudio, como protector físico y metafísico.

Se me fueron presentando tejidos que me desafiaban a comprenderlos, a descifrarlos y a reproducirlos y muy importante también, a enseñarlos.

Así mismo diferentes personas, para bien o mal, me han enseñado lecciones en este camino, desde quienes se abren a transmitir sus conocimientos, hasta quienes subestiman tu oficio y piensan que deberías dedicarte a algo más rentable o convencional, que en su intención reformadora no han hecho más que alentarme a devolverle la valoración social que el oficio de tejedora y transmisora de saberes tuvo alguna vez.

La producción industrial en serie, la sobre explotación laboral, la influencia del marketing en la imposición de modas, ha generado una cultura de consumismo y a la vez de desprendimiento fácil, en donde ya no tenemos una relación duradera ni de importancia con los objetos que nos rodean, sino que todo es reemplazable y desechable.

Por esta razón y por otros factores que van de la mano con el capitalismo neoliberal y a la cultura que se ha ido (de)formando desde la invasión europea en Abya Yala, es que nos hemos ido quedando con una sensación de sin sentido de la vida, una sensación de vacío espiritual que busca respuesta urgente.

De pronto los tejidos ancestrales se nos aparecen y parecen esconder secretos, códigos ocultos, un lenguaje místico y queremos llenar el vacío que sentimos intentando revelar ese conocimiento.

Pero erramos en esa interpretación de la inquietud, pues no existe tal vacío, sino más bien una espiritualidad dormida, una espiritualidad olvidada.

 

“Las piezas textiles en sus usos y sobre todo en sus tiempos de elaboración, nos hablan de otra forma de habitar esta tierra, otros ritmos de vida…” 

Entonces los tejidos, los símbolos, que son los libros que los invasores no pudieron quemar, están aquí no solo para ser observados o contemplados como piezas de museo, sino para ser vividos, para ser usados con sentido.

Las piezas textiles en sus usos y sobre todo en sus tiempos de elaboración, nos hablan de otra forma de habitar esta tierra, otros ritmos de vida y una relación de importancia energética y multidimensional con el objeto creado, con los materiales y los colores, con los flujos del hilado en cada técnica particular.

Son piezas heredables a nuestros sucesores por su dignidad y capacidad narrativa.
Los símbolos, que son sagrados, son representaciones de la naturaleza y el cotidiano, y son sagrados porque la naturaleza y la vida misma es sagrada.
Una faja nos habla de la importancia de proteger nuestro centro energético.
Un Meñake, (pectoral tejido de cuentas) nos protegerá el corazón, Una chuspa (pequeña bolsa tejida que se cuelga al cuello para portar las hojas de coca y otras hierbas), nos habla del uso cotidiano de la medicina natural que entrega la tierra, una Waraka (honda) nos habla de la fortaleza y de las tensiones y encuentros que son parte de los ciclos naturales de la vida humana. 

Y así vemos que cada objeto tiene su razón de existir, en sinergia con quien lo utiliza y da vida.
Esto es parte de lo que he comprendido y que me siento llamada a transmitir, dejando también que la misma tarea de tejer entregue sus lecciones.


La noticia de que tenemos como familia una ascendencia mapuche olvidada, llegó después de haber reflexionado y reconocerme como mamífera, conectada con los ciclos de la tierra y parte misma de la naturaleza. Sabiduría que ha sido negada por la racionalidad occidental. Sigo pensando, y ahora con certeza, que tenemos una memoria que quiere despertar y solo debemos mover los hilos correctos para desentramar las verdades que guíen nuestros pasos.

Te invito a comentar tu visión de pensamiento que aquí te comparto. <3 

*Primera vez publicado en el verano de 2020. Via Instragram.

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